Los aviones que salen de Manises siguen sobrevolando chalés pese a las nuevas rutas
8.40 horas. Un rugido de motores se cuela por los  resquicios de los chalés de la tranquila urbanización Colinas de San  Antonio de Benagéber, a escasos 10 kilómetros de Valencia, sobresaltando, un día más, a los vecinos. Algunos ni siquiera se  sorprenden, llevan dos años conviviendo con el ruido de los aviones que  despegan y aterrizan en el aeropuerto de Manises. Otros, como Juli, sí  lo hacen. Esperaba ayer tranquilidad absoluta. Como informó en exclusiva  LAS PROVINCIAS, entraban en vigor las nuevas rutas de despegue, creadas por la empresa Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) para  dejar de molestar a los vecinos. Y Juli, de la Plataforma No Aviones Fuera de Ruta, lo sabía. «Pasan a más altura, sí, pero algunos han  seguido recortando su ruta».
 Fuentes de AENA explicaron que los nuevos procedimientos  de despegue que comenzaron ayer se aplican sólo a los vuelos  instrumentales y no a los visuales. «La práctica totalidad de los  aviones operan utilizando la primera opción». Sin embargo, cualquier  compañía puede presentar reglas de vuelo visual cuando están realizando  pruebas y es completamente legal. Las avionetas tampoco tienen la  obligación de cumplir las rutas de despegue. Ni las de aterrizaje,  cuando entren en vigor.  
 Juli Sáez y José Palmero, presidente de la asociación de  vecinos de Colinas, hablan de aproximaciones, millas, pies y  restricciones operativas como si trabajaran en el sector aeronáutico.  Nada más lejos de la realidad. Lo han aprendido a la fuerza, después de  que hace más de dos años comenzaran los recortes en las rutas que  seguían, de forma habitual, los aviones. 
 Y ayer estaban más vigilantes que nunca. Sí cumplían los  pilotos la obligación, al menos por lo que los vecinos pudieron  comprobar, de sobrevolar a mayor altura antes de girar. Los aviones  deben alcanzar los 2.000 pies, es decir, unos 700 metros de altitud,  antes de abandonar la línea longitudinal de la pista y virar hacia su  destino. Antes se quedaban en apenas 1.000.
 Sin embargo, «hay aeronaves que alcanzan, por su  potencia, mucho antes esta altura, y pueden girar antes», explica Juli,  que deja claro que son estos aviones los que están cruzando la  urbanización. Por este motivo, AENA obliga a los pilotos a alcanzar, al  menos, una distancia de 4,5 millas de la pista. Y San Antonio de  Benagéber está a mitad de camino. «No deberían pasar por aquí, antes no  lo hacían». 
 ¿Qué pasa entonces? En agosto o septiembre de 2008 los  aviones dejaron de utilizar la ruta que ahora están obligados a seguir.  «En los 11 años que hace que vivo aquí nunca había pasado un avión». Sin  embargo, con la escalada del precio del petróleo, las compañías aéreas  comenzaron a recortar, seguramente para ahorrar combustible, mientras la  competencia por bajar el precio del billete era más y más dura con la  irrupción de las empresas de bajo coste. 
 Y la situación continúa, según Juli y Pepe, debido a la  crisis económica. En realidad, lo que entra en vigor es una obligación  para que los pilotos sigan las rutas que ya utilizaban antes, pero que  suponen recorrer más kilómetros. 
 De momento, además, solamente han entrado en vigor nuevas  rutas de despegue. «Se están analizando las de aproximación», explican  fuentes de AENA. «Y esos pasan a 20 metros de altura», dicen en Colinas,  a los que se han sumado Entrepins, Entrenaranjos, Montesol y Els Pous,  urbanizaciones de Ribarroja, San Antonio y L'Eliana, y que suman más de  80.000 vecinos. 
 Y lo que tienen claro en la plataforma es que van a  movilizarse si no hay una solución a los sobrevuelos. «Vamos a esperar  la semana de Fallas, unos días en los que suele haber mucho movimiento.  El año pasado a las tres de la madrugada todavía pasaba algún avión.  Allí estaba yo, y muchos vecinos más, sin pegar ojo». 
 No son los únicos afectados. Las rutas de despegue que se  iniciaron ayer también incumben a los aviones que salen en dirección al  mar. En este caso deben evitar el sobrevuelo de Valencia y ganar altura  recorriendo una trayectoria similar a la del nuevo cauce del río Turia,  quizás un poco más escorada a la derecha, pasando por La Torre o  Castellar.
 Mientras tanto, un avión tras otro pasaba por la  Fuensanta o l'Olivereta o el barrio de la Luz. Sobrevuelan a escasos  metros, camino del aeropuerto. No se sabe todavía cuándo entrará en  vigor el procedimiento de aterrizaje. Tampoco las sanciones están  aprobadas. «Recogemos información para que Aviación Civil multe en un  futuro», dicen fuentes del aeropuerto. 
 


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